Literalmente son una pausa, un descanso de lo que estamos haciendo para movernos y distraernos con ejercicios y actividades que mejoran nuestro desempeño e influyen en nuestro estado de ánimo.
No solo se trata de un tema de salud y seguridad en el trabajo, son pausas que pueden hacer una diferencia en nuestra calidad de vida a largo plazo y en cualquier circunstancia de la vida.
¿Estás listo para parar?
5. ¡A jugar!: Divertirnos también puede generar un aumento de la productividad. Una partida rápida de cartas, un Stop o cualquier juego sencillo con lápiz y papel puede romper con la rutina y convertirse en una pausa activa reponedora y motivante.
Con estas pausas activas no necesitamos mucho más para tener ese momento de recarga y encuentro con nosotros mismos, ideal para acompañarlo con una taza de NESCAFÉ® y aprovechar al máximo las oportunidades de nuestro día a día.